Ahora es tiempo de que te enteres

Ahora es tiempo de que te enteres: compartíamos espacio juntos, nos veíamos cada fin de semana cuando nos encontrábamos andando en bicicleta. De repente comenzaste a hablarme; sabía que eras amigo de mis amigos, entonces no tardé mucho en platicar contigo más a menudo. 

A veces me invitabas a andar en bicicleta juntos, a veces me mandabas mensajes, hasta que un día comenzamos a salir. Dejé las cosas claras desde el principio: todo me cuesta trabajo, todo me da miedo, no quería volver a sentir lo que sentí antes, me pasa algo y lo expliqué; decidiste quedarte, dijiste que no había problema, que lo entendías.

Pero en realidad nunca entendiste, me lo dijiste muchas veces: No entiendo por qué tanta depresión si lo tienes todo. Si yo lo entendiera no estaría en esta posición, no lo tengo todo, pero tampoco es como que deseo tenerlo. Tal vez a tus ojos lo es así, pero lo que sí poseo es un hoyo en la espalda, uno en la cabeza, otro en el estómago y otro en el corazón; eso no lo puedo llenar ni con bicicletas, ni con comida, ni con vivir sola, ni depender de mí misma; si supiera con qué llenarlo ya lo habría hecho. 

Ya no voy a fingirte el amor que en verdad ya no siento, cada salida, cada llamada, cada mensaje me mostraban la indiferencia que sentías al estar juntos, al hablar. Tal vez sólo querías salir conmigo porque te daba curiosidad y después te di flojera. Eso no es culpa mía, las expectativas son tuyas, no pienso llenarlas. 

Antes de salir contigo ya tenía un tatuaje, nunca dijiste nada al respecto. Cuando nos fuimos a la playa juntos, tus amigos me preguntaron por él y tú no participaste de la conversación, ¿cómo no se me ocurrió preguntar?, pero igual, hacerlo era preguntar por tus expectativas. Cuando nos fuimos de vacaciones a esa pequeña ciudad llena de escaleras, decidimos subir lo más que pudiéramos para llegar a lo más alto. Yo caminaba mientras te platicaba cosas y te enseñaba lo que iba viendo en el camino; me contestabas con monosílabos hasta que desesperaste y me dijiste: Ya no me hables. Me empecé a reír, pero no medí el impacto de tus palabras: mientras tuvieras algo en que concentrarte yo no ocupaba un lugar para ti. Eso no lo ví en su momento, por eso no le tomé importancia hasta hoy, pero esas cosas poco a poco se fueron juntando para que me fuera desencantando de ti. Si no nos veíamos en un mes no importaba, si te veía un fin de semana quería que ya te fueras aunque no sabía explicar bien por qué, eso sentía. 

Ya no pusiste fuego a la hoguera. Ahora soy fría a tus caricias, soy insensible a ti. Podíamos pasar horas sin decirnos nada, estando juntos, pero tú lo hacías incómodo. Ahora sé que no querías estar conmigo pero tampoco lo decías. 

Hubo una semana que fue terrible: los planes que tenía para los meses siguientes se cancelaron de un segundo a otro, mi trabajo se había visto disminuido por otra persona, no sabía si era capaz de terminarlo y continuar. Quise hablar contigo para desahogarme y sentirme mejor pero no escuchaste. Sabía que ese fin de semana ibas a salir, pregunté —sólo por no dejar— si podía ir contigo, tajantemente me dijiste que no, que no sabías cómo iban a reaccionar en tu casa por mis tatuajes, que tú todavía lo estabas procesando. 

¿Procesar qué? Procesar que elijo sobre mi cuerpo, que tomo decisiones muy bien pensadas sobre él, pero no pensé en ti al pensar en mí, qué egoísta de tu parte. Contigo estoy en cero, en ese momento lo sentí. ¿Qué hago aquí?, ¿qué hago contigo? Soy insensible a ti, a tus comentarios raquíticos y a la fatal forma de confrontar las cosas. Sólo pude decir Mejor aquí la dejamos y pensé equivocadamente que hablaríamos de ello pero preferiste no contestar nunca más. Ahora es tiempo de que te enteres, ya no voy a fingirte el amor que en verdad ya no siento.

Esta recopilación participa en el Reto anual: 12 meses 12 Relatos 2020 organizado por De aquí y de allá by TanitBenNajash. Ver aquí 

Comentarios

  1. Vale, lo que estoy viendo es diferente a lo que me chismearon y noto un poco de tijera. Esta bien, me agrada ¿pudo tener mas tijera? si. Pero... no verlo tan repetitivo ya es un avance. Otra cosa muy notoria en tus textos es que sigues experimentando, no tienes un estilo realmente definido, son relatos caóticos, que aunque tienen estructura les falta guia.

    Yo sé que escribes conforme lo sientes y esta bien, pero considera comenzar a ordenar esos sentimientos. Plasma una estructura en como quieres contarlos y en qué orden van, que sigue después de que, porque a pesar de cumplir con los puntos necesarios para ser un relato el salto entre emociones y escenas de un párrafo a otro es abrupto, debes hacer que todo sea cohesivo.

    Necesitas enfocar las emociones, darles nombre. A veces pensamos que el enojo solo es enojo, pero no. Este se conforma de frustración, inconformidad, desesperación, llanto incluso. Para poder transmitir y dar un orden de como pasas de una cosa a otra o lo que te provoca debes darle nombre o un hilo conductor identificable los textos seguirán pareciendo caóticos. No inentendibles, pero si que pudieron dar más.

    Ahora un ejemplo práctico de cosas que debes evitar dices: "decidiste quedarte, dijiste que no había problema, que lo entendías. Pero en realidad nunca entendiste, me lo dijiste muchas veces" ¿lo notas? Pese a que esto no esta en el mismo párrafo, si es una linea consecutiva y al igual que Carly utilizas palabras derivadas : entendias/entendiste. Cuando esto pasa lo idea es cambiar una o eliminar una, en este caso seria cambiar la segunda, hay muchas otras frases para expresar el mismo sentimiento ejemplos: Pero no fue así/ pero en realidad nunca lo hiciste/ pero no lo hiciste. Y así cuando te pases situaciones similares.

    La cacofonía no es algo que sea agradable a un texto a menos que la intención se que todo suene similar como un estilo narrativo, pero ese no es el caso aquí. No me queda más que dejar estos comentarios esta vez, ya veremos como te sale el siguiente.

    En general es intrigante como miras tu vida y la plasmas. Me agrada, yo también suelo meter muchas cosas de mi vida a los textos, aunque definitivamente lo hago de una forma más sutil. Siento que tienes mucho potencial, sólo te hace falta encauzar y practicar el transmitir lo que tienes dentro.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Abril niña y primates

Mirai

Paseo diurno